martes, 4 de septiembre de 2018

Viaje a la Galicia más auténtica... y no tan conocida (I)


Un recorrido por la mancomunidad de O Salnés en plenas Rías Baixas
Texto y fotos: Enrique Sancho Cespedosa

Tierra de pazos y abadías, de playas, rías y montes de pinos y tojos, de buen vino y mejor marisco... Tierra de balnearios y barcos, de contrabandistas y santos, la región de O Salnés en el suroeste de Galicia representa lo mejor de esta comarca costera enmarcada en un bello entorno natural entre las rías de Arousa y de Pontevedra, en el corazón de las Rías Baixas gallegas. Es uno de los destinos turísticos más importantes de Galicia gracias a su amplia oferta turística, a sus múltiples recursos y a la variedad y a la belleza de sus islas y playas.

Cambados - San Tomé

No es tarea fácil marcar el inicio de la ruta por esta tierra llena de sorpresas, pero tal vez un buen comienzo sea Cambados, capital del Albariño y punto central de la región, y allí su descomunal plaza de Fefiñanes, en la que destacan un pazo con su torre de homenaje y la iglesia de San Benito que dan vida a este fantástico conjunto creado íntegramente con granito.
  • La hermosura del Pazo de Fefiñanes hace que sea considerado como uno de los más bellos de Galicia, que destaca, entre otras cosas, por su puente del arco; originalmente eran dos, pero uno fue destruido para hacer una carretera. Como en tantos lugares de Galicia, el vino va unido a la historia de este palacio, ya que fue el primer lugar de Galicia donde se embotelló vino Albariño.
  • No muy lejos está la Plaza de As Rodas, donde se congregan turistas y locales para disfrutar de sus locales de tapeo y vinos y la Plaza Francisco Asorey, dedicada al famoso escultor nacido en la villa. Caminando por la pintoresca peatonal calle Hospital se accede desde el centro de Cambados a la villa marinera de San Tomé que tiene también mucho para mostrar como el Pazo de Montesacro, la Torre de San Sadurniño del Siglo X y que servía como sistema de alerta de las incursiones vikingas, la Capilla de la Valvaner, lindante con el Pazo de Montesacro o el Museo Casa del Pescador. Cerca está el cementerio de Santa Mariña, junto a las ruinas de la antigua iglesia del siglo XV y con un cierto encanto gótico.
Cambados - Fundación Manolo Paz
  • Los amantes del arte al aire libre no deben dejar de visitar el museo de La Fundación Manolo Paz, situado a tan solo 4 kilómetros de Cambados, en uno de los inigualables parajes de la comarca del Salnés, junto al estuario del río Umia. Manolo Paz, renombrado escultor nacido en Cambados expone su obra al aire libre los martes y domingos. Hay que reservar cita previa.
Campo de Golf de O Grove
Playas y balnearios
Y ya que hablamos de mar, como es inevitable en esta tierra, no es mala idea coger un barco y cruzar a la cercana isla de la Toja, en el municipio de O Grove, al que está unida por un puente decimonónico, para disfrutar de su estupenda oferta de balnearios, naturaleza, gastronomía y ocio.
  • Su agradable clima permite la visita en cualquier época del año. Aquí se encuentra uno de los balnearios más famosos de España, el Gran Hotel La Toja. Las propiedades de sus aguas minero-medicinales son muy beneficiosas, y el balneario cuenta con una piscina exterior climatizada, una excelente oferta gastronómica, tiendas, una discoteca, un campo de golf, un casino o varias pistas de tenis y de pádel, entre otras posibilidades.
O Grove - Capilla San Caralampio
  • Pero aunque la tentación de quedarse dentro sea fuerte, hay que animarse a salir y visitar la capilla dedicada a San Caralampio y a la Virgen del Carmen. Fue construida en el siglo XII, y es una de las más originales de Galicia. Su fachada está prácticamente recubierta por conchas de vieira, y su interior, de aire marinero, es modesto pero muy agradable. Una curiosidad: aquí se casó Mariano Rajoy.
Desde la Isla de La Toja hay que acercarse a la localidad de O Grove, que cuenta con un montón de playas, como la de La Lanzada, que es una de las más grandes y populares de Galicia.
  • Sus casi 4 kilómetros de largo y blanquecino arenal, se baña con las aguas del océano Atlántico, formando olas por las que cabalgan surfistas de todo el mundo. Enmarcando este entorno de postal, la playa se rodea de frondosa vegetación y rocas puntiagudas que se adentran en el mar. Al santuario que se encuentra en ella acuden las mujeres infecundas, pues antiguas leyendas confieren a sus aguas la virtud de influir en la fertilidad. Aunque lo mejor para conseguir esa fertilidad, según se dice, es la llamada Cuna da Santa, una piedra con forma de pequeña cama sobre la que planea la sospecha de que garantiza embarazos, siempre y cuando se copule sobre ella. Al caer la noche, algunos lo intentan.
Sanxenxo

El final, o el principio, de la playa forma parte de Sanxenxo que ostenta el honorífico título de capital del turismo en las Rías Baixas. Casi unida a Portonovo, ambas son localidades de juventud, de “movida”, playa y tapeo.
  • Sanxenxo es una de las capitales del turismo gallego. Su población se multiplica en verano. Hasta el boom del turismo no era más que una pequeña aldea de pescadores, pero la constante llegada de forasteros transformó totalmente su fisonomía, actuando como un imán su playa y su alegre vida nocturna. El puerto de Sanxenxo es eminentemente turístico, ofreciendo posibilidades de fondeo sobre todo para naves de poco calado.


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